“Este es un negocio que depende del flujo de gente que viene de compras o a pasear por la Libertad” dice, explicando que la mayoría de sus clientes son personas que al hacer compras o venir en busca de otro producto como ropa o zapatos, se detienen en su local para tomar un refrigerio.
Dentro de una breve reflexión asegura que para ser comerciante se necesita de diversas cualidades como un poco de arrojo y sobre todo no tenerle miedo a los retos, “el negocio es por temporadas, a veces es para hacer muchas cosas te permite salir adelante, a veces sólo para cubrir gastos”, pero aun así lo disfruta, son gajes del oficio, dice.
Saúl afirma que este enero le ha ido mejor, “parece mentira, pero con la reubicación de los ambulantes, la gente ahora nos compra más”, refiriéndose a aquellos productos como nachos, elotes y papas, que era lo que más ofrecían en el comercio informal.
Asegura que toda esa clase de productos sí les afectaban, pero ahora que el centro se encuentra libre se ha sentido un cambio positivo a pesar del frío de estos días “nos están pidiendo más de lo que aquí tenemos y que ellos vendían”.
La verdad, dice, era una competencia desleal, precisamente por la ilegalidad, ellos sólo se instalaban, nosotros tenemos que pagar renta, impuestos, gastos de empleados, además de las habilidades para saber tratar con empleados, clientes, proveedores.
También enfatiza que sus clientes y conocidos comentan que ahora el centro se ve mucho más amplio, descongestionado. Además él asegura que ahora se ve mucho más limpio porque ya no se genera tanta basura como antes.
Por último expresa que la Regeneración del Centro le ha beneficiado en mucho, pues ya pasa mayor cantidad de peatones por la Libertad. Y con emoción y fe de comerciante chihuahuense espera que al terminarse las obras, las cosas mejoren mucho más porque el proyecto es algo muy bonito y bien planeado para embellecer el corazón de nuestra ciudad.
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